EL LIBRO DE SILVIA- CAPITULO 7

EL LIBRO DE SILVIA

CAPITULO 7

Disculpen si los confundo  llevándolos de un tema a otro, como sin relación, trasladándolos a través del tiempo ida y vuelta.

Quizás ya estpen mareados, pero así son las conversaciones con la gente por lo general.

Comenzamos con un tema, y recordamos otro y volvemos al asunto principal y nos olvidamos en el  medio  de lo que queríamos contar…

Después nos acordamos de otra cosa importante, y la queremos agregar y quedan las cosas sueltas y como descolgadas.

Pero nuevamente digo «todo tiene que ver con todo», un tema va llevando al otro y así sucesivamente, Uds.  me  entienden, ¿no es cierto?

Voy atando cabos sueltos y a veces me temo no ser del todo comprendida o aburrirlos, y es lo que menos quiero, créanme.

Son tantas las cosas que me pasaron en todos estos años, y por supuesto no pienso contarlas todas, pero cuesta hacer la selección de las más jugosas y sobre todo las que pueden dejar una enseñanza para los demás.

Quisiera poder transmitir de alguna manera todo lo que aprendí y que realmente me crean que todo tiene una razón de ser y un momento para ser vivido, que no lo decidimos nosotros.

Pero ahora vamos a tratar de que realmente nosotros podamos decidir qué ser y cuándo llegar y adónde. Nos vamos a ayudar con las cosas que sabemos de otros mundos y otras ciencias para conseguirlo, tratando de sufrir lo menos posible.

Para mí es muy importante poder lograrlo.

Quiero sentir que estas líneas no son en vano, que todo lo que aprendí de alguna manera les sirva a las generaciones venideras.

Lo vamos a intentar por lo menos.

Les propongo que si después de leer este libro, sintieron alguna diferencia y empezaron a reflexionar de una manera distinta, me lo hagan saber y  yo se los voy a agradecer.

¿Y cómo empezar?

Vayan recorriendo con la mente los recuerdos que tienen desde la niñez, y empiecen a atar los cabos sueltos, empiecen a ver las veces que no les salió algo como querían y luego, lo que en un principio pareció un fracaso, fue una forma de llegar a lo que realmente queríamos.

Cuando encontramos a alguna persona en nuestra vida que nos ayudó, o cuando volvemos a ver a alguien después de muchos años, o cuando se repiten situaciones que nos resultan como conocidas, ya vividas no sabemos exactamente cuándo.

¿Y cómo descubrir qué es lo más conveniente para nosotros en este momento?

Ante todo, nunca hay que tener pensamientos negativos que nos envenenan la vida.

Y más que nada, la salud.

La mayoría de las enfermedades nos las provocamos nosotros mismos porque nos cuesta comprender la realidad, y como nos cuesta enfrentar los problemas y sobreponernos, nos enfermamos, que es la reacción de nuestro cuerpo gobernado por nuestra mente.

Pero esa mente es muy poderosa, y así como puede enfermar puede curar al cuerpo y mejor aún,  evitar que se enferme.

Olvidemos todos los odios, venganzas, envidias, que no nos llevan a ninguna parte.

Tampoco pensemos que seríamos felices si tuviéramos lo que no tenemos en este momento, esa sensación de que siempre nos falta algo para completar nuestra felicidad.

La felicidad no depende de lo que tenemos sino de lo que sentimos.

Y lo que sentimos depende de nosotros exclusivamente.

Cuando empiecen a tratar de transformarse en personas más felices, verán que los problemas no desaparecieron, la situación es la misma, pero nosotros lo vemos desde otra perspectiva y los problemas dejaron de serlo.

Es como un libro de matemática o un crucigrama. Nos debemos poner a prueba todo el tiempo con desafíos que nos mejoran a medida que los vamos superando.

Y vamos elevando nuestros propios niveles, es como que nos decimos, a ver quién quiere enfrentarme ahora, yo puedo con todo y con todos.

Nadie me va a ganar. Soy invencible.

Y de eso se trata, de autoconvecernos de que realmente podemos superar absolutamente todo como si fuera un juego, un entretenimiento que nos va mejorando todo el tiempo.

No como un castigo que nos pusieron en el camino.

Por eso tampoco creo en las promesas y en los sacrificios.

La vida está para disfrutarla, no para sufrirla.

Por supuesto tenemos que vivir con un mínimo de orden y de responsabilidad.

Por ejemplo no podemos vivir sin trabajar, o sin alguna fuente de ingresos, la que sea.

Es importante que esa fuente de ingresos no nos haga sentir mal.

Debemos sentir que nuestro trabajo es importante, ya sea porque lo que nosotros hacemos es útil, porque la remuneración es interesante en relación al esfuerzo hecho, porque hacemos lo que nos gusta y sabemos hacer, porque disfrutamos del ambiente de trabajo, porque aprendemos cosas nuevas y nos vamos perfeccionando en distintos ámbitos, porque estamos aprendiendo una ocupación para poder realizarla luego de forma independiente, etc.

Otra cosa importante, por supuesto es organizar nuestros gastos de acuerdo a nuestros ingresos.

Si gastamos más de lo que ganamos, no vamos a generar de ninguna manera milagrosa más ingresos.

Además de las lecturas de cábala, tarot, astrología y otros temas espirituales, novelas, y poesías,  llegó un momento en que también me interesé por el tema del dinero.

Puedo recomendarles la lectura de Padre Rico, Padre Pobre en principio, y luego El Cuadrante del  Flujo del Dinero de  Robert Kiyosaki para abrirnos un poco la cabeza con respecto a las finanzas.